viernes, 17 de agosto de 2007

Editorial en La Nación:

Me pareció interesante difundir esta bella editorial que ha hecho este diario acerca de la democratización de la UBA y la participación de los estudiantes.

Está mal (y no es lo mismo), tomar frases fuera de contexto, pero a mí las que más me gustaron fueron:

"Así las cosas, se requiere una admirable contención de ánimo a fin de no proponerles a los campeones de la revuelta -siempre listos para los viajes de ida y vuelta a La Habana- que en el delirio de la autocompasión den un paso más. Podrían, en efecto, sugerir para la UBA normas del tenor de las que imperan bajo la férula tropical de Fidel Castro en la vida universitaria de Cuba."

"Lo que no podría evitar en tal caso es que su moción venga atada a la certeza de que queden automáticamente abolidos el curioso sistema de ingreso irrestricto vigente, el derecho a la elección de la carrera que cada uno quiere seguir, la obligación de afrontar el severo régimen curricular cubano -con pocas contemplaciones para que mantengan la condición de alumnos regulares quienes sufran algún traspié académico- y demás incomodidades que existían en las universidades de la órbita soviética en el pasado y se prolongan, como se sabe, en la actualidad en las universidades de China. Enseñanza"


"Es hora también de que todo ciudadano consciente de lo que cuesta a los contribuyentes esta gran universidad peticione en favor de la preservación de la atmósfera sin la cual se agravian los altos postulados académicos."

"Es hora, en suma, de que prive al menos el buen juicio y se considere lisa y llanamente un disparate que una universidad pueda estar fuera del control de quienes enseñan, como lo disponen, por si alguien lo hubiere olvidado, la ley y el régimen de legalidad"


Mangone, en el teórico de ayer, dijo: "La facultad de sociales tiene 26.000 alumnos. Los medios nos tienen miedo, aunque nosotros no tengamos pensado hacer nada."